HOTELES
QUE HICIERON ÉPOCA
Su valor turístico
Hablar hoy de Tandil conlleva casi necesariamente
alguna referencia a su condición de ciudad turística. Con sus 123.300 habitantes
recientemente censados-que la coloca en 4º lugar entre las ciudades del
interior bonaerense, luego de Mar del Plata, Bahía Blanca y San Nicolás-su
crecimiento y desarrollo en la rama económica citada ha sido evidente en los
últimos años.
Sin embargo debemos remontarnos bien atrás en su
rica historia para reconocer que desde vieja data y por motivos diferentes,
siempre estuvo posicionada en un lugar preferencial, aún antes del boom
playero.
Tempranos viajeros que llegaron hasta la entonces
aldea, fueron testigos y protagonistas de aquellos tiempos que hoy nos parecen
lejanos y que nos dejaron testimonios de ello.
Cuando ya había sido derrotada la Revolución de los Libres del Sud (1839) y los Jueces de Paz eran los
que mandaban en el pueblo, un inglés- William Mac Cann- y un francés- H.
Armaignac-fueron los encargados de disfrutar las bellezas del lugar y luego
dar a conocer en sus relatos, sus
opiniones sobre lo visto. Mac Cann- que se alojó en la casa del vecino
norteamericano Thomas Sweezy o Suessing, porque no había lugar adecuado para
albergar visitantes en el pueblo, fue de los primeros en dejar sus impresiones
de la luego archifamosa Piedra Movediza, que produjo en él una viva curiosidad.
Por su parte Armaignac, años después, nos legó una bella descripción del Hotel
de la Piedra Movediza, de Dhers, relatando las atenciones con que allí
se encontró y dejando para la posteridad uno de los relatos más interesantes de
aquel hotel pionero del turismo tandilense, que estaba ubicado en la esquina
donde hoy luce Golden, destacando la
exquisitez de su comida a la francesa, aunque no pone el acento en el
desarrollo hasta entonces alcanzado por el pueblo, como sí lo había hecho
antes-1868-otro viajero incansable como fue Santiago de Estrada.
El encanto de la Piedra Movediza fue, hasta su
caída en 1912 y aún años después, el gran atractivo por el que llegaban los
turistas de fin de siglo que vieron facilitado el acceso a Tandil luego de la
llegada del Ferrocarril del Sud en 1883. Los paseos y la movilidad dentro de la
ciudad se hacían, naturalmente, en carruajes a tracción a sangre y desde los
primeros hoteles, como el ya citado de Dhers, hasta los posteriores, se
programaban excursiones espontáneas que partían del interés individual por
conocer tal o cual cosa.
En
1882
cobró vida el "Hotel
de Roma" de Caricio
Bosatta, que aunque está más reducido, hoy continúa, siendo el más antiguo que
sobrevive. Entre los últimos años del
siglo XIX y principios del sigo XX-hasta la década del ’40- se gestaron los hoteles Francia, Maritorena, Manantial,(fundado por
Mathiasen), Laberintos, Edén, (de don Juan Hargouas), Sierras, Ramírez,(que por años atendiera don Rafael
Armendáriz), América, San Martín, (de Rottoni), Imperial,(de los japoneses
Arima y Nagata), Petit, Savoy,(de Martín Larquin), Victoria, Kaiku y Argentino
de los hermanos Vicente y Domingo Murno ,donde hoy está el Grill del mismo
nombre.
Sin embargo no existía un hotel importante hasta
que la familia Santamarina construyó e inauguró, en 1920, el Palace Hotel,(ver Tiempos…) un cinco
estrellas de la época, lugar desde entonces preferido por la clase pudiente
porteña para venir a residir en el verano y aprovechar además su estadía para
visitar a amigos y familiares en sus estancias, que lucían a pleno con la llegada
de propios y extraños. Baste mencionar los casos paradigmáticos de Acelain,
Bella Vista, La Indiana y Azucena, entre otras.
Quienes no podían acceder a hoteles de las
inexistentes estrellas de entonces, se alojaban en los otros citados. Cabe
consignar que los ubicados próximos a las sierras- como los ya mencionados y
desaparecidos Manantial, Tandil, Sierras, Laberinto o Edén, casi
todos ubicados hacia el este-sudeste, como quien hoy sigue la actual avenida
Bolívar, ofrecían buenas tarifas y una privilegiada ubicación especialmente a
quienes llegaban hasta aquí aconsejados por los médicos que entendían que el
"aire de las sierras "
tenía importantes cualidades terapéuticas, sobre todo para enfermedades o
afecciones del aparato respiratorio.
Hoteles, estancias y casas de familiares, eran por
entonces, según lo hemos expresado, las residencias elegidas por quienes se
decidían a pasar sus vacaciones en estas sierras. Los paisajes naturales ya
citados y los creados como el Parque fueron hasta el verano de 1943, en que se
inauguró el Calvario, los puntos obligados de visita.
La organización turística oficial debió esperar un
poco más para llegar y ofrecer un menú al visitante, que cuando lo hizo comenzó
por pequeños circuitos que, además de todo lo ya citado, incluía viajes a
lugares de trabajo artesanal-industrial como a la entonces famosa fábrica de
quesos La Tandilera. Es que ya los
quesos de Tandil habían adquirido fama en todo el territorio y junto a los
chacinados se encargaron de convertirnos en una ciudad productora de
exquisiteces que hoy se ha consolidado firmemente.
El turismo, ya en la década del '40 había incorporado otros atractivos o
complementos que hoy pensamos como indispensables, pero que por entonces
recién despertaban tardíamente al requerimiento
de una franja de edad joven, que encontraron en las piletas de natación de Manantial , Los 50 e Independiente ( las
tres primeras de la ciudad) el reemplazo de los "tanques
australianos" donde darse un chapuzón refrescante y en bailes o "
tertulias danzantes" de fin de semana el lugar apropiado para despuntar el
vicio, mirar y si era posible entablar alguna relación amorosa.
Estancias como Acelain
(del gran escritor Enrique Larreta); las de los Santamarina: Bella Vista, Maryland, La Indiana, Ramón I,
especialmente; Los Bosques y Azucena, entre otras, configuraban el
centro de reunión de estos veraneantes ( que era el nombre que le daban por la
época, dado que era en el verano-como quedó dicho- cuando venían a descansar
hasta nuestras serranías), cuya llegada a la Estación de FFCC y su posterior
regreso a Buenos Aires, constituían todo un acontecimiento en sí mismo.
Aquí las excursiones preferidas eran, como
mencionamos, a los manantiales de los
Amores, de Gardey y Domínguez, a la Gruta
de las Aguas Doradas, al centro de
la ciudad con su Plaza e Iglesia y, desde 1920 con el Palace Hotel, desde donde partían a “las afueras” con sus coches a
la mañana o al atardecer, luego de la acostumbrada siesta.
Naturalmente la Piedra Movediza, hasta su caída en
1912 y aún después, era-reiteramos- el lugar que concentraba mayoritariamente a
los visitantes, quienes luego enviaban o llevaban las famosas postales citadas
o las primitivas fotos del gran Pierroni, hasta la Capital donde eran admiradas
y en algunos casos hasta publicadas en diarios como “La Nación” cuando de familias distinguidas se trataba.
Si tuviéramos que definir un momento especial en el
desarrollo turístico de Tandil, debemos decir que la década del ‘20 constituye
un punto de inflexión, no sólo porque se incorporó el Palace Hotel (hoy sede de la Universidad, desde 1971), sino porque
además se incorporaron a la ciudad atractivos que como el Parque Independencia a
partir de 1923 y los grandes edificios de la Municipalidad y el Banco
Hipotecario, le dieron una fisonomía arquitectónica magnífica, que aún hoy
admiramos.
Para fines de esa década, ya encontramos en algunas
publicaciones citas que otorgan especial importancia a la hotelería, que
comenzó a incorporarse como una necesidad, un requerimiento de los visitantes…
Así entre
los hoteles que menciona el Anuario, editado por la Cámara Comercial e
Industrial, encontramos además de los ya citados, el Vasconia, el Francés
(hoy también estacionamiento, frente al
Polivalente), el España, el Madrid y el Euskalduna entre otros.
En cuanto a las categorías, podemos leer que en la
categoría “A” estaban el Palace, el Roma y el Edén ( el único de esa categoría en cercanías de las sierras); en
la “B” : tres serranos más : el Manantial,
el Sierras y el Parque
y otros como el ya citado Ramírez ,
el Savoy ( de los pocos que
sobreviven de esa época), el San Martín
y el Petit; en tanto en la “C” , la
más modesta, el Francia, el Comercio, el Francés, el Regina, el Kaiku
y el Argentino.
Algunos años más tarde el inefable Gombrowicz nos dejaría en su “Diario Argentino”, el recuerdo de su paso por el Hotel Continental, del
apreciado amigo que fuera Walter Moroder….
Hoteles para gente de campo, para vecinos de
ciudades cercanas y los grandes hoteles, fueron conviviendo, aunque
llamativamente los que estaban en las
serranías fueron cerrando.
En la década del ‘70 a los hoteles, pensiones,
hospedajes, ya mencionados se agregan otros
que como: el Grand Hotel, Crillon,
Hermitage, Ro-Che-Hil, Torino, Turista, que
han llegado hasta nuestros días, salvo el primero..
A los ya citados hoteles, se fueron sumando nuevos
de reconocida calidad y así se establecieron: el Plaza que recoge la idea céntrica del viejo Palace, que el amigo don N.
Mazzone, en 1978, año del Mundial de fútbol inauguró; además se incorporaron el
Dior, el Libertador (1984) y más recientemente La Posada de los Pájaros, que retoma
el paisaje serrano para su emplazamiento, al igual que el mucho más
reciente Elègance, y el Hotel Golf & Spa Amaiké, emprendimientos que marcan un camino para
la continuidad en otros similares.
Naturalmente no era nuestra intención, apreciado
lector, hacer un inventario, sino destacar el temprano desarrollo de la hotelería
a favor del turismo en Tandil.
Daniel Eduardo Pérez
Muy interesantes tus relatos, queria saber si sabias hoteles en mar del plata que hicieron época porque debe haber muchísimos que ocupen ese lugar. Me gustaría conocerlos y poder visitarlos para conocer nuestra historia. Saludos
ResponderEliminarNo me he ocupado del caso Mar del Plata, pero seguro que su historia en este rubro es muy rica.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBuenos días, Daniele soy Chiara de Italia, hablamos por teléfono en abril gracias a Verónica de la Cabana De leche y miel.
ResponderEliminarMe pondré en contacto con usted para averiguar si ha encontrado algunas fotos en el PARQUE HOTEL de mis abuelos. Sabíamos que estaba en la Avenida Bolívar y luego fue demolida, pero no sé en qué año. Gracias y felicitaciones por su investigación
Hola fonde se encontraba ubicado el hotel Msritorena. Muchas gracias
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuy interesante su relato! Mi bisabuelo, de origen francés, fue chef durante diez años en Tandil hasta su fallecimiento en 1886: seis años en el hotel de D. Juan Dhers y cuatro en el Maritorena. Y preparó hasta el año de su fallecimiento el menú para el banquete de la colectividad francesa.
ResponderEliminarDaniel respecto a tu artículo "HOTELES QUE HICIERON ÉPOCA", Falto el Hotel "La Esperanza"
ResponderEliminarBuenas tardes, antes que nada quiero felicitarlo por sus articulos, me gustaria hacerle una consulta con respecto a la hosteria Lo de Titi, ¿esta ubicada en la propiedad que era de Juan Hargouas? sabe en que año aprox se abrio el Hotel Eden (de Hargouas)? Gracias!
ResponderEliminarFascinante. Gracias!!!!
ResponderEliminarHola! Me gustaría conocer la historia del Hotel Regina de Gedeone Primante ubicado en Sarmiento 968, tendrías información???
ResponderEliminarEn 1972 funcionaba porque está presentado un plano municipal.
Hola hermoso relato. Sabes si Bossatta Caricio también construyó en 1908 un hotel en Bs As ?
ResponderEliminarHola hermoso relato. Sabes si Bossatta Caricio también construyó en 1908 un hotel en Bs As ?
ResponderEliminarHola mis abuelo era dueños del manatial en realidad se llamava (hotel sierra) en la avenida bolivar tengo fotos e historia en realidad esta ubica en en actual en la actual calle Cristián mathiasen el edificio sige en pie y pertenece la escuel nuestra tiere era de la familia mathiasen
ResponderEliminarY habia una colonia vacaciona ubicada en la actual escuela sabato
Hola, como esta? Le quería consultar sobre esa historia y las fotos, podrá enviarme algo de información ya que tenemos que realizar una guiada!
EliminarHola Daniel, a mediados de los 60 conocí en Tandil una hosteria que se llamaba Dolly, un lugar muy cálido, lo conoció, sabe donde pudo haber estado. Cualquier dato le agradeceré. Saludos Miguel
ResponderEliminarEstoy revisando en https://cabañasentandil.com y encuentro muchas opciones de cabañas para alojarse. ¿Me recomiendas alguna cabaña en particular?
ResponderEliminarHola Daniel! Tendra más información sobre el Manantial de los amores? Muchas gracias
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