lunes, 7 de febrero de 2011

EL TURISMO EN EL TANDIL

EL TURISMO EN EL TANDIL

El hermoso valle en el que está construido Tandil, gracias a la visión estratégica de su fundador y sus ingenieros asesores que demarcaron y levantaron el Fuerte de la Independencia, fue no sólo citado sino recorrido desde épocas tempranas de nuestra historia.
El 4 de abril de 1823 los hombres comandados por Martín Rodríguez comenzaron a dar forma al Fuerte, origen de Tandil y cuya construcción fue el hito del crecimiento y desarrollo escasamente interrumpidos de esta ciudad, que hoy nos contiene y se ofrece al siglo XXI como una fuente de atracción turística que sin duda será el motor económico de las próximas décadas.
El encanto de la Piedra Movediza fue, hasta su caída en 1912 y aún años después, el gran atractivo por el que se movilizaba el turista de fin de siglo que vio facilitado el acceso a Tandil luego de la llegada del Ferrocarril del Sud en 1883. Los paseos y la movilidad dentro de la ciudad se hacían- naturalmente- en carruajes a tracción a sangre y desde los primeros hoteles, como el de Dhers, hasta los posteriores, se programaban excursiones espontáneas que partían del interés individual por conocer tal o cual cosa.
Tandil en las primeras décadas no poseía una infraestructura demasiado importante como para recibir a los visitantes, hasta la inauguración, en 1920, del Palace Hotel, lugar desde entonces preferido por la clase pudiente porteña para venir a residir en el verano y aprovechar además su estadía para visitar a amigos y familiares en sus estancias, que lucían a pleno con la llegada de propios y extraños. Baste mencionar los casos paradigmáticos de Acelain, Bella Vista, La Indiana y Azucena, entre otras.
Tanto la partida como la llegada de estos turistas a Tandil, eran luego, especialmente la de familias " distinguidas" de la sociedad porteña, difundidas en las clásicas poses fotográficas, en los diarios y revistas y las postales de la Piedra Movediza o de algunos otros paseos, entre ellos los manantiales de los Amores, de Gardey o Domínguez o la misma imagen del Palace, se remitían presurosamente hacia la Capital, salidas de las imprentas Grothe o La Minerva.
La creación del Parque Independencia- en 1923- con su castillo morisco donado por la colectividad española y la Portada por la colectividad italiana con motivo del centenario de Tandil, fue un atractivo más que se incorporó, aunque hubo que esperar el crecimiento de la forestación y algunas obras complementarias como para que una década después cobrara cierta relevancia y empezara a ser una " vista" de Tandil insoslayable en las visitas turísticas, que hasta entonces se reducían a los ya citados paseos y a la práctica de algunos deportes como la caza, la equitación y, más reducidamente, al incipiente tenis y al golf.
Muchos de los que llegaban hasta aquí lo hacían aconsejados por los médicos que entendían que el "aire de las sierras " tenía importantes cualidades terapéuticas, sobre todo para enfermedades o afecciones del aparato respiratorio.
Hoteles, estancias y casas de familiares, eran por entonces, según lo hemos expresado, las residencias elegidas por quienes se decidían a pasar sus vacaciones en estas sierras. Los paisajes naturales y los creados como el Parque fueron, hasta el verano de 1943, en que se inauguró el Calvario, los puntos obligados de visita.
Curiosamente Tandil fue creciendo y sin embargo desaparecieron los hoteles al pie de las sierras, habilitándose otros más urbanos. El turismo se hizo más popular y con la moda del atractivo de lugares playeros, Tandil sufrió una disminución temporaria de la que salió y que muestra actualmente a una ciudad en pos de la recuperación de los tiempos perdidos y apostando a una oferta donde camping, cabañas, hoteles de primera categoría, ofertas de turismo de aventura y deportes variados, junto al complejo lago-parque y al Parque del Bicentenario y futuros emprendimientos privados- como lo fueron las pioneras aerosillas de El Centinela-indican que Tandil tiene el destino de sus próximas décadas jugado necesariamente a la carta del desarrollo turístico no sólo estacional, sino para cubrir todo el año, como fuente de trabajo que nos obligue a mirar en este recurso, el más poderoso para la transformación y el despegue de este valle encantado.
Ahora bien, qué ofrece Tandil, por qué se elige Tandil y por qué se debe trabajar incansablemente en este reservorio que será el que marque indudablemente el camino de las actividades económicas- ocupación y multiplicación de puestos de trabajo-para los tiempos de los próximas décadas.
Tandil ofrece, en primer término, su patrimonio natural invalorable: está aquí la única ciudad enclavada entre sierras varias veces milenarias en la inmensa llanura pampeana. Sierras vapuleadas que debemos defender como recurso no renovable y cuya preservación es definitoria para el devenir de los tandilenses;.además su patrimonio cultural, que incluye todo lo hecho por la mano del hombre en ese paisaje y que se constituyen en los paseos más tradicionales que ya hemos citado y que deben ser mantenidos, mejorados y proyectados, tal los casos de los museos: el histórico del Fuerte y el de Bellas Artes y los del Ferrocarril y el de Ciencias Naturales, junto a la actividad cultural que Tandil siempre atesoró como muy importante en el contexto provincial y nacional, representan un imán que debe multiplicarse con los recursos públicos y privados.
Actividades deportivas o para- deportivas novedosas que abarcan desde la equitación a los vuelos de bautismo, aladeltismo, parapente o el "trekking", desde las escaladas hasta el pacífico golf, o las cabalgatas, se suman a una oferta que en ese sentido deben reproducirse con creatividad.
¿Qué busca la gente que elige Tandil para venir y luego volver ?. En primer término el paisaje que de por sí trae tranquilidad, serenidad a los casi siempre trajinados y estresados visitantes, sobre todo si provienen de grandes ciudades. Pero también todo lo que hemos citado como ofertas que deben ser apropiadamente explotadas, sin dejar de lado esparcimientos varios, entre ellos el nocturno, que buenas " discos" para variados gustos, ofrecen en el menú.
Por su parte un sinnúmero de cabañas se fueron extendiendo entre ignotos rincones serranos, siendo una oferta muy requerida y en plena expansión., un turismo relativamente selectivo, en contraposición a un turismo masivo, fortaleciendo también el miniturismo de fin de semana sea largo o no.
Nuevos atractivos como el reposicionado Centinela, con sus aerosillas y una infraestructura de calidad, así como el parque lítico La Movediza, con su réplica inaugurada en 2007, sumado a la puesta en marcha nuevamente del Hipódromo y el ya establecido Casino, son importantes para el visitante que además encuentra en nuestra ciudad una oferta cultural ya tradicional por su riqueza, aumentada hace unos años por la Universidad e iniciativas privadas, entre las que destacamos el Festival de Cine y la Feria del Libro.
Buena hotelería- inversiones de por medio- buena gastronomía, con fuerte promoción de los productos que nos han dado fama internacional como los quesos y salamines y
el fortalecimiento de la conciencia turística y del sentido de la preservación paisajística, son hoy fundamentales, sobre todo pensando en el futuro, en que Tandil tendrá uno de los pilares de su economía, que siendo ya bastante diversificada, brindará un hábitat de calidad de vida y trabajo potenciado. Será así Tandil no una ciudad soñada, sino una realidad para soñar.

>Daniel Eduardo Pérez