EL
NACIMIENTO DEL MUTUALISMO EN TANDIL
El mutualismo, como institución
social es casi tan antiguo como la humanidad. Ya
en
la antigua Babilonia, había prácticas que podríamos denominar pre-mutualistas al
igual que, más cercanamente, en Jerusalén, 500 años AC. También entre los
egipcios, griegos y romanos hubo hechos que ponen de relieve el despertar del
espíritu gremial solidario. En todos
aparecen esfuerzos mancomunados dirigidos a la defensa y
protección de los obreros y artesanos. En la antigua Grecia había conciencia
sobre el sentido de sociedades humanitarias, que dieron larga y fecunda vida a
ciertas asociaciones llamadas Sunedarias,
Hetairias y Eraros, encargadas de proporcionar socorro mutuo
Entre los romanos existían Colegios
que cancelaban el “Funeracuticum” o seguro, a la muerte del asociado, a través de la “Collegia
Teniuorum”, primitiva mutualidad, que puede considerarse de las primeras
que se tiene conocimiento, análogas a lo que en nuestros días son las de
socorros mutuos, Con aportes periódicos , los integrantes de estos collegia funeraticia se aseguraban para
si, o aún para sus parientes, las honras fúnebres usuales y un sepulcro
honorable, asuntos importantes en la cultura de la época ,que suplían la
inexistencia en Roma de cementerios públicos.
Se las denominó también societates monumenti y collegia tenuiorum y fueron el tipo de
asociación a la que recurrieron los cristianos durante la época del paganismo
para el ejercicio en común de su culto.
En el Medioevo, los gremios
alcanzaron su máximo esplendor, la Iglesia, inició la reconstrucción en
aquellos lugares que fueron invadidos por los bárbaros, en los
cuales y en torno a las iglesias y monasterios, fundaron escuelas, luego
Cofradías, las cuales tenían un carácter económico, constituyendo
posteriormente los Gremios o Ghildas, que prometían protegerse entre sí y
formaban un fondo común con sus propios
aportes.
En la E. Moderna, se trató de unir nuevamente al
hombre en torno a las Corporaciones,
aquí es donde la “asociatividad” o mutualismo, como lo conocemos hoy,
echó raíces.
En el siglo XVI aparecieron
las primeras Hermandades de Socorro, superación institucional de las Cofradías,
pues estaban particularmente dirigidas a la protección de los más
humildes y débiles...
La Revolución Francesa, luego, prohibió formalmente los gremios y corporaciones con personas de una misma profesión, pues “dañaban a la libertad que la revolución venia a establecer”.
En la primera mitad del siglo XIX, el mutualismo con recursos y propia iniciativa, dio sus primeros pasos en Asociaciones de Socorros Mutuos, para proteger a las víctimas de conflictos, accidentes, enfermedades, cesantía y fallecimiento.
La Revolución Francesa, luego, prohibió formalmente los gremios y corporaciones con personas de una misma profesión, pues “dañaban a la libertad que la revolución venia a establecer”.
En la primera mitad del siglo XIX, el mutualismo con recursos y propia iniciativa, dio sus primeros pasos en Asociaciones de Socorros Mutuos, para proteger a las víctimas de conflictos, accidentes, enfermedades, cesantía y fallecimiento.
Para el destacado estudioso
Emilio Coni, en nuestro país la historia de la mutualidad tuvo su punto de
partida en el período comprendido entre 1852 y 1862.
Durante la Colonia
existieron algunas sociedades de
socorros mutuos, como la Sociedad Italiana del Plata, pero fueron de efímera
vida. Recién en el período de la Organización Nacional, comenzaron a surgir
instituciones duraderas y con estructuras para servir a los principios del
mutualismo.
La más antigua sociedad de
socorros mutuos organizada como tal: en Buenos Aires, fue la francesa "L'Union
et Secours Mutuell", fundada en 1854.
Dos años después, los
obreros del calzado dieron origen a la "San Crispín" y en 1857 los
gráficos fundaron la "Sociedad Tipográfica Bonaerense", en la que el
periodista y tipógrafo Rafael Pites, que pasó por Tandil dejando tras de sí
cuatro periódicos, fue directivo por muchos años.
En ese mismo año, 1857, los españoles promovieron la
creación de la "Asociación Española de Socorros Mutuos",
haciendo lo propio los italianos en 1858
con "Unione e Benevolenza",
la más antigua sociedad de ese tipo de esa colectividad en el país; de allí en más se sucedieron otras
como la "Française", en 1859.
El desarrollo del mutualismo
fue rápido, como lo demuestran las cifras que en 1914 indicaban que existían en el país 172 sociedades argentinas
con 65.188 socios; 181 cosmopolitas con 150.004; 463 italianas con 166.086; 250
españolas con 110.040; 92 francesas con 12.311 y 44 de otros orígenes con 4.008
asociados.
El Censo Nacional informaba
que el país tenía por entonces 7.903.662 habitantes de los que 2.357.952 eran
extranjeros, siendo de ellos 929.863 italianos y 829.701 españoles.
De 41 instituciones que se
fundaron entre 1854 y 1870, pasaron a fundarse 107 entre 1871 y 1880, período en el que nacieron las primeras de Tandil.
El aumento de estas
instituciones sufrió un detenimiento, para luego pasar a un crecimiento y/o consolidación
de las creadas, registrándose en 1926 un total de 1.009 que treinta años después, llegaron a casi el doble.
EN TANDIL
En ese marco de desarrollo del
mutualismo, Tandil fue un reflejo del panorama general y del pueblo que era en 1870, con una afluencia cada vez más
creciente de extranjeros. Contaba con vecinos que deseosos de brindar su
esfuerzo por el bien común, se nuclearon hacia fines de ese año, para intentar
la concreción de una iniciativa que pretendía crear una entidad mutual que a la
postre fue la primera de ese tipo en Tandil. El 25 de octubre, en una
asamblea general convocada por un grupo representativo de vecinos, quedaron
establecidas las bases del reglamento para
la nueva institución que se denominó Sociedad
Filantrópica "La Caridad" de Tandil y que fue formalmente constituida
el 1
de noviembre de 1870.
Esta Sociedad, la primera de su tipo, fue fundada, por
vecinos de origen extranjero, con principios afines a la masonería y dio
origen, más tarde, a otras sociedades mutuales (española en 1873 e italiana en
1877). Muchos de sus integrantes fundadores fueron luego quienes crearon la
logia Luz del Sud .que nació como una
logia operativa. La matanza del 1 de enero de 1872, atribuida a Tata Dios., fue
la excusa histórica para dar plenitud al actuar masónico que ya existía en forma
velada, como señalamos, a través de la Sociedad Filantrópica "La Caridad" en cuyo
Reglamento quedan de manifiesto sus objetivos
afines a la logia.
Según lo
establecía el Estatuto "el objeto de
esta institución es la reciprocidad de
asistencia en la necesidad entre todos sus socios, es decir ante las enfermedades y en los casos en que
éstas corten el hilo de la vida, los honores que la religión impone. Además
cada miembro se obliga a dar un legítimo realce a la institución con la
práctica del amor y fraternidad recíproca. Ellos no deberán nunca perder de
vista que la solidez, la fuerza y el impulso dependerán de la observación
rigurosa del reglamento, sin la cual ninguna asociación puede desarrollarse y
menos vivir.
Los cimientos de instituciones analógicas reposan
sobre la igualdad, la responsabilidad y la fraternidad, palabras que deberían
ser grabadas en todo corazón humano para tenerlas presentes en todos los actos
de la vida" (la enfermedad y la
muerte fueron desde el inicio del mutualismo preocupaciones esenciales).
La Comisión Provisoria que
se ocupó de la organización de la entidad, estaba presidida por el comerciante
italiano Pietro Girola; vicepresidente
era el conocido francés Jean Marie Dhers, (dueño de uno de los primeros hoteles
de Tandil, denominado "De la
Piedra Movediza"); secretario era otro conocido francés: Bernard
Sabatté Laplace; vice-secretario era el comisionista italiano Ottavio Brivio;
tesorero el conocido constructor, también extranjero, Antonio Bellami y
vice-tesorero el boticario italiano Flaminio Maderni. Otros destacados vecinos
como Jean Espel (francés), Gesu Zibecchi (italiano), G. Ayçaguer (francés),
Bernard Mon (francés), Louis Dufaur (francés), Luigi Zibecchi (italiano) y
Antonio Allievi (italiano) componían el resto de la Comisión. Varios más firmaban al pie del acta fundacional, con
sus nombres en castellano, como los de la comisión, lo que es curioso, puesto
que años más tarde, muchos de ellos en las actas de la "Societá Unione Italiana", firmaban en su idioma nativo. Estos firmantes
fueron declarados socios fundadores.
Si bien la institución fue
iniciada íntegramente por extranjeros, debemos destacar, de acuerdo a lo que se
desprende de la lectura del Estatuto, que eran
los socios fundadores quienes
presentaban a los candidatos para ser admitidos, no siendo requisito
indispensable ser extranjero para ingresar.
Franceses, especialmente
vascos franceses, e italianos, integraron este núcleo primigenio que dio origen
a la primera entidad organizada específicamente para prestar servicios de
ayuda mutua en Tandil.
Resulta interesante señalar
el amplio sentido internacional que tuvo esta entidad tandilense, porque aún
cuando se aprecia la casi ausencia de españoles y dinamarqueses en el momento
de su creación, estos se agregaron luego en los años subsiguientes.
La Sociedad Filantrópica "La Caridad", inició sus
actividades dando ingreso en la primera reunión formal del 1 de noviembre a $ 10.070 m / c. En su segunda reunión, la Comisión dio entrada a la propuesta del Dr. Giuseppe Fuschini como médico de la
Sociedad, siendo así el primer médico
oficial de una Sociedad mutualista de Tandil.
Las reuniones habituales se
efectuaban en la casa de Dhers, ya que
la Sociedad no poseía edificio propio en sus primeros años. En el primer
aniversario de la fundación, al renovarse la Comisión Directiva, aparecieron
algunos españoles, todos ellos vecinos respetables del pueblo y criollos
destacados de entonces. La asamblea del 5 de noviembre de 1871 consagró así a Bernard
Sabatté Laplace, como Presidente; vicepresidente: Carlos A. Díaz; tesorero:
Ramón Santamarina; vice tesorero: Jean Espel; secretario: Manuel Suárez Buyo y
vice secretario: Jean M. Dhers.
Al año siguiente, la
Comisión fue renovada nuevamente eligiéndose en esa oportunidad Presidente a Ottavio Brivio.
Esta Comisión, en la reunión
del 20 de enero de 1873, decidió la construcción del edificio propio en los
terrenos donados al efecto por los socios Manuel Suárez Buyo y César Magnin,
colocándose la piedra fundamental del mismo el 14 de setiembre.
Ese mismo año se produjo la
primera derivación o consecuencia de la actividad mutual iniciada por "La Caridad", al fundarse la Sociedad Española.
Un
grupo de 44 españoles, fue el que creó la Sociedad
Española de Socorros Mutuos y Beneficencia. Los
fundadores, cuya primera presidencia fue
desempeñada por Joaquín Rivera, lo
decidieron en la reunión del 8 de diciembre de 1873. Acompañaron a
Rivera, entre otros: el Dr. Eustaquio Herrera y Salas, Remigio. Sánchez, Manuel Suárez Buyo., Faustino
de Lejárcegui, Aureliano Aguirre, José María Fernández, José Fernández Currás,
José Pardo, Lucas R. Benavídez, José María Sampaul, Ramón Santamarina, José María
Niel, Manuel Martínez, Francisco. Barberena,
Remigio Sánchez, Eduardo. Estévez., Martín Maritorena, Antonio Usandizaga,
Manuel de Castro y Uviña, José Antonio Lavayén. y Justo Lavayén..
Por su parte “La Caridad”, el 9 de noviembre de 1873,
en asamblea ordinaria eligió Presidente
a Carlos A. Díaz; vicepresidente a
Graciano Ayçaguer, Tesorero a Marie B. Dhers, vice-tesorero a Blas Mathiasen¡
secretario a José M. Bentín y vice- secretario a Manuel M. Fernández.
El crecimiento de las actividades
de la Sociedad obligó a contratar, el 4 de julio de 1874, a un secretario
rentado, designación que recayó en el vecino Francisco Álvarez. Fue
precisamente éste quien inscribió en los registros, en setiembre de ese año a
Antonio de Vecchi, que a la postre sería vicepresidente fundador de la "Societá Unione Italiana".
La preocupación de la
Comisión por el edificio propio había dado sus buenos resultados por lo que ya
en 1876 las reuniones se efectuaban en el edificio social de la institución,
que a veces fue utilizado por las colectividades sin sede para reuniones o
incluso para sus oficios religiosos los domingos, como en el caso de los
daneses, que la solicitaron en junio de 1876, cuando todavía no había sido
terminado el Templo, inaugurado en 1877.
En 1876 Suárez Buyo asumió
la presidencia de la entidad, secundado por Manuel Eigler como vicepresidente y
Alberto Speroni como secretario, notándose la permanencia, en la comisión, de
Joaquín Rivera, presidente fundador de la Sociedad Española.
El 8 de iulio de 1877, por su parte, nació la "Societá Unione Italiana". Un maestro sería su primer presidente, don Andrea Clari, que ejercía su profesión en la Escuela Graduada de Varones (actual
escuela Nº 1), otro maestro, Antonio de Vecchi -que
ejercía su noble tarea en el: "Colegio Ítalo-Argentino" de los
Bruni-, fue designado vicepresidente; Giuseppe Vitale, que había tenido
experiencias anteriores como secretario rentado de "La Caridad", fue el primer secretario; otro experto en este tipo de comisiones, el citado Ottavio
Brivio, ocupó la pro-secretaría; Antonio Bellami fue designado tesorero y el comerciante Martino
Zibecchi pro-tesorero. Para vocales fueron electos los comerciantes Daniel Speroni, Alberto Speroni,
Gesu Zibecchi, Antonio Barbaro, Giovanni Cavalleri, Giovanni Scuffi,
Giovanni Dabondi o Dabbondio, Ambrosio Zibecchi, Giovanni
Zibecchi y el boticario Flaminio
Maderni.
La presidencia de "La
Caridad" fue asumida en 1877 por el danés Manuel Eigler y la vicepresidencia por Lucas
Benavídez, Speroni ocupó el cargo de
secretario y tesorero fue designado Joaquín Rivera, encontrándose entre los
vocales Ju!io Anizán, Antonio Usandizaga, Giuseppe Macchi y Giulio Volpatti,
Resulta curioso, luego de
observar la conformación de estas comisiones, el hecho que varias personas, como prosiguió
ocurriendo luego, fueran miembros en forma simultánea de dos entidades similares
en sus propósitos y que desarrollaban su acción en una comunidad pequeña como
lo era la del Tandil de entonces.
La coexistencia de las tres
entidades simultáneamente e incluso con dirigentes que participaban en dos de
ellas (Española y La Caridad e Italiana
y La Caridad) fue "pacífica" hasta 1879,
en que posiblemente por disidencias
entre las dos colectividades más poderosas que integraban "La
Caridad", ésta se transformó en la "Cosmopolita" dejando sentado entre sus principios la franca
recepción de asociados de cualquier nacionalidad, a diferencia de las otras
mencionadas.
Aquella amplitud de espíritu
de los fundadores de “La Caridad” se mantuvo en el tiempo, traduciéndose más
claramente cuando el 6 de abril de 1879 se
transformó en la citada "Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos" y así lo
expresaba en su Estatuto. Iniciaba así su vida una institución de larga y
meritoria labor en Tandil hasta su fusión
con la "Societá Unione Italiana”.
Por su parte, en 1894 los franceses fundaron la Sociedad Sadi Carnot cuya primera
comisión fue presidida por el incansable Bernard
Sabatté Laplace.
A tantos años de aquellos
pioneros, hoy Tandil tiene mutuales valiosas, entre las que merecen destacarse
la Asociación Mutual de Empleados
Municipales de Tandil (AMEMT) y la Asociación Mutual Universitaria ( AMU),
de relevantes y positivas prestaciones a la comunidad, que siguen el camino
abierto por las citadas hace más de un siglo, “aggiornadas” en sus acciones.
En esta síntesis apretadísima,
amigo lector de Tiempos, hemos
querido dejarle un panorama sobre este tema que fue y es de especial
importancia social.
Daniel Eduardo Pérez
Hola Daniel, como anda tanto tiempo? Consulta: ¿Qué fuentes utilizó para este texto? Usted habla del estatuto de La Caridad. ¿Tiene alguna copia? abrazo y gracias!
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